jueves, 17 de marzo de 2011

¡Banzai Nippon!

   Increíble. Esa es la única palabra que se me ocurre en estos momentos para describir la gran catástrofe que está sufriendo Japón. Ni en las mejores películas de ciencia ficción hubo un desastre de tal magnitud. La realidad supera, una vez más, la ficción.
   No podía pasar este problema a nivel mundial sin que hiciera una entrada en mi propio blog. Como gran aficionada al manga y al anime e interesada en la cultura japonesa en general que soy la noticia el mismo 11 de Mazo de este año 2011 me dejó sorprendida, pero no le presté demasiada atención.
   ¿Por qué? Japón está bastante bien preparada para este tipo de situaciones, los terremotos son habituales y los tsunami también. Pero ¿quién iba a imaginar que esta vez tendrían que vérselas con un terremoto de 8,9 grados en la escala Ritcher y una ola gigantesca que ha penetrado al menos 5 kilómetros en tierra? Y lo que es más, que estas circunstancias han hecho que el gobierno japonés declarara la alerta nuclear en el país.
   Un país azotado por la tragedia, que aún no parece estar cerca de terminar. Por las noticias que llegan cada vez parece más crítica la situación en las centrales nucleares, aumenta el número de muertos y desaparecidos, posibles réplicas del terremoto acechan y, he oído comentar (aunque no puedo verificar la información), que a consecuencia del terremoto un volcán se ha activado y ha empezado a escupir ceniza.
   El país entero está viviendo el infierno en estos momentos. Un infierno que tiene y tendrá muchas repercusiones mundiales. En primer lugar, la que parece preocupar más a los demás países: las explosiones nucleares. Tanto es así que Francia, por ejemplo, ha fletado al menos dos aviones para sacar de Japón a los franceses que se encuentren en estos momentos en dicha nación.
   En segundo lugar, la economía no sólo de Japón, sino mundial se verá afectada. Al estar toda la región paralizada por lo sucedido muchas industrias, como la tecnológica, no presentará avances significativos en un tiempo que ni me aventuro a imaginar. Ya he leído que ciertos chips que usa Apple para el iPad y el iPhone los consiguen desde Japón, con lo que la producción se estancará, si es que no se paraliza del todo.
   Otra consecuencia de este cataclismo son las relacionadas con las centrales nucleares. Podría ser peor que en Chernobil en 1986, lo que podría producir una radiación dañina para cualquier ser viviente.
   También hay una parte de desgracia más humana: la pérdida y desaparición de tantas personas. Casas destrozadas, ciudades arrasadas y provisiones y medicamentos que merman a pasos agigantados. Lo que más me sobrecoge es la impotencia que deben de sentir aquellos que tienen la suerte de seguir con vida y ver como su mundo se destruye.
   No puedo de dejar de pensar en este gran desastre. Es muy frecuente que en el anime y manga haya historias cargadas de momentos apocalípticos como Neon Génesis Evangelion, por citar alguno. Ahora recuerdo un título curioso estrenado en 2009, Tokyo Magnitude 8.0, obviamente trata de un terremoto en la mencionada ciudad y, aunque aún no lo he visto, no me deja de picar la curiosidad. Creo que la realidad no tendrá nada que ver lo ocurrido en la serie.
   Me pregunto si este incidente no es más que el prólogo de lo que todavía está por venir. Fue con la película 2012 cuando se empezó a rumorear la posible destrucción del mundo. Mi mente no puede evitar pensar que tal vez hay algo de verdad tras esos rumores.
   Sin embargo, me considero una persona optimista y, el que los mayas hayan predicho que en 2012 todo terminaría, pienso que puede ser verdad pero con un pequeño matiz: en 2012 se puede acabar el mundo, no que la tierra se destruya, sino que el mundo, tal y como lo conocemos ahora sí que se acabe.
   ¿Qué quiero decir con esto? Pues que no tenemos porqué morir todos ni nada por el estilo, si no que la historia cambie, porque el mundo cambie. No me atrevo a hacer ninguna hipótesis, pero todo es posible.
   No quiero alertar a nadie, lo único que les aconsejo es que sean felices, disfruten de la vida y de lo que tienen siempre con mirada positiva. Por que un segundo basta para convertirlo todo en un infierno y, quien sabe como terminará esta hecatómbe.
   Por otra parte, afirmo y, creo que no me equivoco, que el ánimo japones es muy activo y emprendedor, por lo que me imagino que desde que se tome de nuevo el control se reuperarán de una manera sorpendente, floreciendo de una vez más, con mucho más esplendor que nunca. Japón es una nación fuerte, por lo que yo pienso ¡Banzai Nippon!

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