domingo, 22 de julio de 2012

Mouryou no Hako


    Saludos de nuevo a tod@s ¿Cómo les va la vida? A mi parece que bien, dentro de lo que cabe, no me voy a quejar porque siempre puede ser peor. Pronto espero cambiarme de estilo de vida. Va a ser un cambio bastante notorio, no sé cómo esté de tiempo libre cuando suceda, así que no aseguro que haga entradas tan seguido como últimamente he hecho. Pero si puedo no perderé la costumbre. Sin más preámbulos pasemos al tema de hoy directamente, esta vez toca otra reseña de anime. Mi advertencia de siempre: si sigues leyendo es bajo tu responsabilidad.
   Desde que se estrenó tenía ganas de ver esta serie por dos razones: una de ellas era porque el tema parecía interesante (envuelto en misterio) y otro es porque el diseño de los personajes es del famoso cuarteto CLAMP. Sobra decir que todo lo que hacen es objeto de adoración en Japón. Me costó sudor y lágrimas hacerme con los 13 capítulos íntegros más el ova, ya que empecé a buscarla después de la caída de Megaupload, tarea que no fue fácil sin el gran servidor, pero al final lo conseguí.
Pues bien, estamos ante un anime de misterio y suspense, con algo de terror, basado en una novela de Kyougoku Natsuhiko. La historia se desarrolla en el año 27 de la Era Showa (1952) en la que dos chicas se hacen amigas. Ellas son Kanako Yuzuki y Yoriko Kusumuto. Ambas comparten una extraña relación de amistad en la que la mayoría de las conversaciones giran en torno a la reencarnación, tanto que Kanako afirma que Yoriko es su reencarnación y al revés (desde mi punto de vista son paranoias de adolescentes).
Las amiguitas quedan una noche de verano con luna para coger un tren e ir a pasear cerca de un lago (¡vaya hobbies¬_¬!) para absorber la luz de la luna. Con sobrecogimiento somos testigos de cómo Kanako es atropellada por el tren y sale muy mal parada. Por suerte, dentro del vehículo viajaba un policía de Tokyo, llamado Shuutaro Kiba, que se hace inmediatamente cargo del accidente. Haciendo su trabajo, interroga a la única testigo, Yoriko, para saber si fue un intento de asesinato o un suicidio. La joven está en un estado de shock tal que no atiende a contestar las preguntas sobre el caso y lo único que quiere es ver a su amiga.
Kiba la lleva al hospital más cercano y allí hacen acto de presencia la hermana de Kanako, Youko Yuzuki, un abogado muy insolente, Musuoka, y el joven tutor de Kakano, Amemiya. Allí se cruzan acusaciones y extrañas conversaciones ininteligibles, pero al parecer, Kanako no puede morir por alguna razón. Cuando la operación de emergencia termina, los médicos afirman que ha sobrevivido pero que necesita cuidados más exhaustivos. Youko decide trasladar a su hermana a un extraño hospital de un conocido suyo para que reciba el tratamiento que necesita. De esta manera Kanako termina ingresada en la clínica del doctor Koushirou Mimasaka. Un hombre que da escalofríos y por el cual no me dejaría atender. El edificio no es más que una horrible construcción sin ventanas que se asemeja bastante a una caja. Y allí, el doctor Mimasaka, lleva a cabo extraños experimentos relacionados con la inmortalidad.
Tienen a la joven ingresada durante quince extraños días hasta que Yoriko consigue que le dejen ver a su amiga. Cuando entran en la habitación de Kanako descubren una sala llena de máquinas y una cama cubierta por cortinas. Pero, para sorpresa de todos, Kanako desaparece sin dejar rastro. Varios días después comienzan a aparecer en diferentes sitios piernas o brazos desmembrados de chicas en cajas de madera ¿Encuentran alguna relación en todo esto? Yo no.
        La investigación de la misteriosa aparición de las cajas con partes de las chicas involucra a un introvertido escritor de nombre Tatsumi Sekiguchi que es conocido a su vez de Kiba. Sekiguchi sufre unas extrañas alucinaciones que me dejan totalmente desorientada cuando las veo, creo que son la representación de sus propios miedos e inseguridades, los cuales le afectan a la hora de escribir sus novelas. Por lo que, junto con un editor de nombre Toriguchi, decide ir a ver a un amigo suyo, Kyougokudo Chuzenji para que lo oriente en su trabajo. Pero los tres acaban hablando durante dos largos capítulos de la desaparición de Kanako, del asesino que desmiembra chicas, de un extraño exorcista de nombre Onbako y del folklore japonés, en concreto de los “mouryou” (espíritus o duendes). De esta manera podemos traducir el título de la serie como “La caja del espíritu”.
        Kyougokudo, que era un sacerdote sintoísta (algo así como un curandero que sabe encantamientos pero que tiene que ver más con el folklore y las supersticiones japonesas), explica de manera detallada la relación de los hechos que antes enumeré y, aunque parezca pesado, gracias a su explicación la historia narrada hasta ahora toma cierta forma y podemos adivinar la relación entre ellos. Pero aún quedan desentrañar muchos más misterios. Es entonces cuando entra en escena Enozuki, un chico despreocupado con algunos signos de clarividencia que también investiga el caso de la desaparición de Kanako a petición de Masuoka, el abogado.
        Llegados a este punto nos sentimos completamente perdidos, ya que los mismos hechos son investigados por cuatro personas diferentes: Kiba, Sekiguchi, Enozuki y Kyougokudo. Esto conlleva a que cada uno vea el caso desde un punto de vista diferente. Kiba es un policía, por lo que su forma de resolver lo sucedido es atando cabos y reuniendo pruebas. Sekiguchi lo ve como algo entre la realidad y la ficción, sin saber muy bien los límites de cada uno, casi como si fuera una de sus propias noelas. Enozuki es el más despreocupado de todos, tomando el caso como un pasatiempo. Sin embargo, Kyougokudo es el que más se acerca a lo sucedido, aunque él lo ve todo desde el punto de vista de un sacerdote sintoísta, que es lo que realmente es.
En la parte izquierda tenemos a Enozuki, Toriguchi, Sekiguchi, Atsuko, Kiba y a Onbako. En la parte central a Kanako y a Yoriko. A la derecha Youko, Kyougokudo, Mimasaka y a Kubo.
        El principal sospechoso de las muertes de las jóvenes es otro escritor llamado Shunkuo Kubo, el cual es descrito como un joven vestido siempre con traje y corbata y que lleva puestos unos llamativos guantes de color blanco. Se acerca a Yoriko y la engaña para que la acompañe a un extraño edificio afirmando que allí se encuentra su amiga, lo cual es mentira. Pero, ¿qué tiene que ver eso con la desaparición de Kanako? Los acontecimientos se van enredando más y más. Hasta que llegamos a los dos últimos capítulos en los que el genial Kyougokudo reúne a todos los que están relacionados con lo sucedido en la clínica del doctor Mimasaka y explica todo detalladamente. Gracias a él entendemos todo este tornado de sucesos aparentemente inconexos ¿quieren saber la verdad? Pues allá voy.
      La que empujó a Kanako fue Yoriko, lo hizo porque descubrió una espinilla en el cuello de su idolatrada amiga (algo sin justificación alguna). Cuando Youko decidió llevar a su hermana a la clínica Mimasaka, sabía que allí estaba la única posibilidad de conservar a su hermana con vida. Descubrimos que Youko es la hija del doctor y que la propia Kanako es hija de Youko, lo peor de todo es que el padre de Kanako es el propio doctor Mimasaka. Horrible caso de abuso por parte del padre de su propia hija. No me equivoqué en que aquel hombre era más que inquietante.
        Siguiendo con el desenlace del misterio, decir que Kanako no podía morir antes que el exmarido de Youko, para así recibir una copiosa herencia. Como había que mantener a la chica viva a toda costa, su abuelo/padre tuvo que cortarle las extremidades y guardar su cabeza en una caja acondicionada para que se mantuviera con vida. En ese momento, el tutor de la joven, Amemiya huye con la chica dentro de la caja y se va en tren. Allí se encuentra con Kubo, al que le muestra a Kanako en la caja. Kubo, del cual afirmo que no está en sus cabales, se obsesiona con la idea de tener a una chica para él dentro de una caja, en igual de condiciones en las que se encuentra Kanako, por lo que empieza a secuestrar a chicas jóvenes e intentar llevar a cabo su sueño. Cuando se ve cercado por la policía, acude a la clínica del doctor Mimasaka para que a él mismo lo metan en una caja.
        Esta es la brillante exposición que hace Kyougokudo. Al verse descubierto, tanto Mimasaka como Youko deciden huir con la caja que contiene la cabeza de Kudo. Lo logran, pero al final todo sale mal, porque la cabeza de Kudo acaba mordiendo en el cuello a Mimasaka y matándolo, siendo Youko la que lo mata a él después. La historia termina con el arresto de Youko y el esclarecimiento de los horribles hechos. Si algo no les ha quedado claro vean el episodio 14, en la que la hermana de Kyougokudo, Atsuko, hace un pequeño resumen de lo sucedido.
        Afirmo que no me he topado en toda mi vida viendo anime (y eso que he visto muchísimo) con una historia más rocambolesca y desagradable. La mayoría de los personajes están chiflados, el único que parece racional es Kyougokudo. A parte de eso, hay tantos hechos incongruentes que a veces se hace difícil seguir la línea del argumento. Pero esto se suple con una buena animación, sin demasiadas pretensiones y con un claro toque de dramatismo en los personajes. CLAMP hizo un buen trabajo, además, me recuerdan los diseños a la serie de X/1999, con líneas gruesas y rostros serios. La música del opening y el ending corre a cargo del grupo Nightmare.
        Pienso que la serie no ha tenido mucho éxito por lo complejo del argumento y la desagradable historia que nos presenta, de todas formas quien quiera verla puede que llegue a disfrutarla. No apta para personas muy sensibles, no porque aparezcan escenas gore ni nada de eso, sino por los disparates que a veces se ven. En fin, nada más y que disfruten, espero poder escribir pronto otra vez. Un saludo.

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