martes, 10 de abril de 2012

Kure-nai


   Saludos lectores. ¿Qué tal? ¡Vaya Semana Santa! Lo que no ha llovido en todo el invierno cayó en las vacaciones. Más de uno seguro que tuvo que cambiar sus planes en el último momento. A parte de eso deseo que: lo hayan pasado bien, con un poco de descanso, un poco de diversión, hayan roto la rutina… Y ahora vuelta al ritmo de siempre, por lo menos en mi caso. A veces es agotador, pero dada la situación actual hay que estar agradecidos y valorar lo que se tiene, aunque parezca poco.
   Sin más preámbulos pasemos a la acción, esta vez le toca el turno a Kure-nai un anime corto de apenas 12 episodios, pero que nos muestra una historia entretenida. No sigas leyendo si no quieres que te arruine el argumento.
   La historia original está sacada de unas novelas ligeras que posteriormente se convirtieron en manga y después en anime con una secuela de un par de OVAS, los cuales no he tenido la oportunidad de ver.
   Shinkurou Kure-nai es el protagonista y quien le da el título a la serie. Se trata de un estudiante de 16 años que trabaja a tiempo parcial como “mediador”, es decir alguien que se puede contratar para que medie en un conflicto, normalmente para resolver problemas con la mafia. Su jefa es una mujer muy atractiva y poderosa llamada Benika Juzawa que hace tiempo trabajó para una importante familia, los Kuhoin.
   ¿Qué tiene de particular los Kuhoin? Pues aparte de ser muy ricos tienen una extraña tradición que consiste en que el linaje no debe romperse, por lo que se casan entre ellos, provocando incestos, por ejemplo. Las mujeres son tratadas como objetos y recluidas en la mansión, en una parte llamada “santuario”, dónde viven ajenas al mundo exterior, obligadas a dar a luz a la siguiente generación. Sobra decir que el cabeza de familia sólo puede ser hombre y que para aparentar normalidad se casan con una mujer del exterior en un matrimonio por conveniencia, con la que no tienen hijos. Pero, cuando las mujeres Kuhoin del “santuario” dan a luz, los bebés son reconocidos socialmente como hijos de la esposa oficial y del cabeza de familia. Pero sólo los varones, ya que las mujeres se quedan recluidas en el "santuario" como lo hicieron sus madres.
   Pues bien, el actual jefe de familia, Renjou Kuhoin, aunque está casado con una mujer del exterior, a quien realmente ama es a Soujo, que es la madre de su hija pequeña, Murasaki. Soujo tiene que sufrir la ira y el maltrato de la esposa de Renjou y se atormenta al pensar que su hija correrá la misma suerte que ella, por lo que habla con Benika y le pide que se la lleve del lugar. Ella acepta la petición y, después de que Soujo se suicide, saca a la pequeña Murasaki de la casa de los Kuhoin.
    Ahora alguien se tiene que hacer cargo de la niña de siete años y ¿Quién mejor que Shinkurou? Obviamente hay gente que se opone a esta decisión y se trata de Yayoi Inuzuka, otra subordinada de Benika, la cual no cree capaz de que Shinkurou pueda con este trabajo, por lo que se pasa día y noche vigilando delante de los apartamentos en dónde vive el chico.
Shinkurou con Murasaki ¿no parecen una pareja adorable?
    De esta manera comienza la historia del estudiante de 16 años y la niñita de 7 viviendo juntos, compartiendo muchas experiencias y aprendiendo el uno del otro. Al principio la relación entre ambos no es muy buena ya que Murasaki no está acostumbrada a una vida normal y Shinkurou tampoco es que sea muy experto en lidiar con niños pequeños, pero poco a poco surge un gran cariño entre ambos y llegan a entenderse muy bien.
   Ambos parecen tener una relación de hermanos, pero si miramos un poco más allá, nos damos cuenta de que muchas veces Murasaki se comporta como una mujer adulta que parece que está atrapada en un cuerpo de niña (y no me refiero a que hagan nada aunque vivan juntos ¬_¬, por si hay alguien que piensa mal), lo que puede presagiarse como el hecho de que en unos 10 años ambos se conviertan en pareja.
   En Kure-nai podemos encontrar una gran galería de personajes femeninos, como por ejemplo las vecinas de Shinkurou. Tamaki es una estudiante universitaria, algo pervertidilla y que siempre está en busca del hombre ideal, cosa que a veces no consigue. Yamie, por su parte, es todo lo contrario, una mujer gótica, sarcástica y misteriosa que no hace sino inventar historias sobre sí misma.
   También están las compañeras de instituto de Shinkurou, las cuales se llevan mal entre ellas. Tenemos a Ginko Murakami que es la empollona y adicta a Internet que ayuda a Shinkurou siempre que necesita información sobre algo y Yuno Hozuki, la dulce e insistente joven que demuestra de manera abierta su atracción por Shinkurou.
   Pero todo este idilio se rompe cuando el hermano mayor de Murasaki y próximo cabeza de familia, Ryuuji, entra en escena con el objetivo de recuperar a su hermana perdida. No sólo ataca a Shinkurou con sus subordinados dándole una brutal paliza sino que obliga a Murasaki a asumir su papel dentro de la familia Kuhoin como su próxima amante.
   La niña vuelve a la mansión, pero algo ha cambiado en ella, ya que no ve el mundo como lo hacía antes de irse de allí, ahora piensa y actúa como una mujer libre. Pero está mal ese tipo de comportamiento dentro de las costumbres Kuhoin y nadie la apoya, por lo que no tiene más remedio que someterse a su destino.
   Sin embargo, tras un tiempo de reflexión y animado por sus vecinas, Shinkurou pide ayuda a Benika y a Yayoi para rescatar a Murasaki. Los dos últimos capítulos son realmente emocionantes, ya que se desarrollan dentro de los terrenos de los Kuhoin con multitud de luchas para poder llegar a lo más profundo del “santuario” en dónde Murasaki está confinada.
   Como todos esperamos, Shinkurou llega hasta donde se encuentra Murasaki, pero ¡ella toma la decisión de quedarse! Impensable para una niña con sólo 7 años, pero nuevamente demuestra su madurez afrontando el problema y no huyendo. En esta ocasión su padre cambia de actitud hacia la problemática de la familia Kuhoin y afronta la enorme presión que le imponen al ser el cabeza de familia, recordando sobre todo a Soujo, que murió presa de su cruel destino sin que el hiciera nada para evitarlo. Y así termina Kure-nai.
   Pienso que la serie es una especie de crítica a la exclusión social que se le hace a la mujer en Japón, sobre todo en las costumbres más antiguas. También se hace mucho hincapié en la libertad de la mujer y el derecho a elegir por sí misma lo que desea hacer en cuanto a elegir marido y casarse. Admiro la decisión que tomó Murasaki, la correcta, la que sólo la heroína puede tomar.
   La animación está bastante bien y la música es pegadiza. Se las recomiendo, como recomiendo todas las series que veo y de las que hago un resumen. Sin mucho más que añadir, les deseo lo mejor y hasta la próxima.

2 comentarios:

  1. Preciosa esta serie, la empecé a ver pero por varias circunstancias la dejé a medias. Gracias a tí me he animado a verla de nuevo^^

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    1. Muchas gracias por tu comentario, eres la primera que se atreve a comentar algo en mi blog :D. Me alegro de haberte animado a ver de nuevo Kure-nai y espero que algún otro anime de los que comente te pique la curiosidad. Un saludo.

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