domingo, 29 de enero de 2012

Wolrd War Web (La Guerra Digital)

   Buenos días a todos ¿Cómo están? Espero que bien, aunque yo por mi parte he de decir que algo triste. Si en mi última entrada hacía una pequeña advertencia sobre lo que podía suceder con la aprobación de la Ley SOPA, cuál no sería mi sorpresa al descubrir que el viernes 20 de enero de 2012 el FBI había censurado Megaupload y el resto de páginas relacionadas con el famoso servidor.
   Un duro mazazo a la libertad en Internet. Pasados varios días desde entonces se han especulado multitud de versiones sobre el verdadero cierre del servidor ¿cuál es la verdadera? En mi opinión, tal vez todas sean ciertas.
    Lo que nadie puede dudar es que Megaupload está muerto. Millones de archivos se han perdido y aquellas personas que pagaban por tener su cuenta allí también han perdido el dinero. Un auténtico caos. Por suerte, no todo está perdido.
        Milagrosamente hay más servidores y está, por supuesto, los programas de intercambio de archivos P2P. ¿Pero quién puede asegurarnos de que no nos levantemos mañana y hayan acabado con ellos también? Hay una gran incertidumbre.
El cartel lo dice todo: No perdomanos. No olvidamos. Anonymous. Somos legión.
   Pero como ya dije anteriormente, “no se le puede poner puertas al campo” y además contamos con la intervención de los hacktivistas del grupo Anonymous que obviamente no se ha quedado indiferente ante los hechos.
   En varios sitios ya se ha empezado a hablar de La Guerra Digital (World War Web) y ciertamente creo que estamos en medio de una guerra. Pero ahora en vez de bombas hay virus que colapsan páginas web, no hay soldados sino hackers y la verdadera razón que ha iniciado todo este conflicto no es otra que la libertad en Internet, que incluye el intercambio de información, concretamente el cultural (películas, música, libros, series, etc.).
   Por un lado tenemos discográficas, editoriales y productoras de cine y televisión junto con políticos contra una masa indeterminada de personas usuarias del entretenimiento que ellos producen, pero que lo hacen de la manera en que ellos no quieren, porque les hacen perder dinero.
   Realmente el problema es el dinero. Don Dinero. Al ver series en casa o escuchar música a través del ordenador no estamos gastando dinero que pueda beneficiar a las compañías, ese es el quid de la cuestión.
   Entre muchos de los artículos que he leído estos días sobre el tema (que estoy segura que dará demasiado que hablar) alguien comentaba que la culpa de lo que estaba sucediendo era de las industrias que no se habían adaptado a los nuevos tiempos. Y creo que tiene razón.
   Si hubieran estudiado el mercado de una manera real, ajustándose a la demanda de los consumidores unido a las nuevas tecnologías más unos precios asequibles y aceptables ni el cine, ni la música, ni las editoriales habrían perdido dinero. Y los consumidores podríamos seguir disfrutando de nuestras aficiones favoritas y no hubiera habido ningún problema.
   Hay que ser justos y decir que muchas otras compañías se han manifestado en contra de la Ley SOPA. Google es una de ellas y también es un buen ejemplo de lo que trataba de explicar en el párrafo anterior. Google ha sabido adaptarse a las necesidades de los usuarios y no ha perdido en ello ni el empeño ni ganancias. Creando el sistema Android tanto para ordenadores como para móviles de última generación (que cada vez parecen más ordenadores en miniatura) y tablets han sabido venderlos a industrias como Samsung o Sony para que vendan sus teléfonos con dicho sistema operativo y los usuarios puedan bajarse aplicaciones desde el fabuloso AndroidMarquekt. Algunos hay que pagarlos y otros son gratuitos, pero los usuarios han acogido muy bien el producto.
   Pero lo real es que nos encontramos envueltos en una época de incertidumbre ¿qué pasará con Internet? Quién sabe. Anonymous lucha a su manera, pero lo cierto, es que es la única manera. Al fin y al cabo todos los usuarios de la red somos anónimos que nos hemos visto afectados.
   En mi caso particular, había comentado que mi disco duro había empezado a fallar. He perdido cientos de archivos importantes que ahora debo de volver a buscar por la red para recuperarlos. Lo que me ha costado, ahora que Megaupload descansa en paz, una auténtica aventura.
   Bienvenidos a La Guerra Digital. Veremos cómo va evolucionando ¿Quién ganará? ¿Quién perderá? ¿Quién se verá realmente perjudicado? En mi opinión, con una guerra ambas partes pierden, pero hay una que pierde más todavía. Ojalá no alcance todo esto una magnitud demasiado espeluznante.
   Lo más triste de todo esto es que Internet y los “crímenes cibernéticos” estén en el punto de mira y no se preste atención al mundo real. El mundo entero sumido en crisis, problemas sociales y la injusticia que hay por doquier no es tan importante como el controlar la red. Antes de arreglar un problema abstracto como es el que nos ocupa hay que echar un vistazo a los problemas tangibles que vivimos día a día.
   Con mis mejores deseos para todos los usuarios anónimos que somos legión me despido por hoy. Un saludo y a disfrutar de Internet, mientras se pueda.

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