domingo, 11 de mayo de 2014

Marmalade Boy (La familia crece)

   ¿Recuerdan los primeros animes que vieron? A muchos les entrará la nostalgia, porque seguro que hace años de eso y puede que no hayan vuelto a ver esa serie y, de pronto, un día, por casualidad, se topan con el anime en cuestión y rememoran todos esos buenos momentos que pasaron viéndola ¿Verdad que saben de lo que les estoy hablando? Ciertamente me pasó hace poco, por lo que hoy hago esta entrada. La primera serie de anime que vi de manera continuada y varias veces seguidas (pues la reponían una y otra vez sin descanso) fue Marmalade Boy, que se conoce en España como La familia crece ¡Qué recuerdos! La ponían por La 2, canal que en el lugar en el que yo vivía unos días se veía genial, otros no tan bien y muchos otros días me perdí los capítulos porque no había señal ^_^. Cosas de los 90. Tenía 12 años y no podía perderme las idas y venidas de los protagonistas y su líos amorosos. Todo un mundo complejo de sentimientos que una niña entrada en la pubertad aún desconocía ¡Cómo disfrutaba! Y lo gracioso de todo ello es que de pronto, un día, hablando con una de mis amigas descubrimos que las dos veíamos la serie ¡Fue genial! Porque a partir de ahí nos aficionamos al anime y siempre compartíamos nuestras ideas sobre las series que veíamos.
   Marmalade Boy es todo un clásico del shoujo, una de esas series imprescindibles y, para los que como yo ya tenemos unos añitos, nos hace sentir nostalgia. El anime no es corto, ya que cuenta con 76 episodios y un especial que se considera como el capítulo 0, pero todos y cada uno de sus capítulos son hermosísimos, con todos los ingredientes propios de una serie de los 90: sin teléfonos móviles, sin apenas ordenadores, con esa inocencia todavía conservada hasta los 16 años…¬_¬ pero ¿qué estoy diciendo? En fin, vamos con el argumento. Como siempre advierto, si no has visto la serie (¡vela ya!) mejor no sigas leyendo.
De izquierda a derecha y en primer término: la profesora Ryoko, Namura, Meiko, ginta Miki, Yuu, Arimi, Rokutanda y Miwa. Detrás están los padres de Miki y Yuu, de izquierda a derecha Chiyako, Jin, Youji y Rumi.
   Miki Koishikawa, estudiante de 16 años, recibe un buen día una extraña noticia: sus padres, Rumi y Jin, se van a divorciar. Bueno, hasta ahí todo dentro de la normalidad, pero lo peculiar es que ambos progenitores van a volver a casarse. Los elegidos son otro matrimonio, Chiyako y Youji, con los que han decidido cambiar parejas, los cuatro pretenden vivir todos juntos, con sus propios hijos, ya que el otro matrimonio tiene un hijo de la misma edad que Miki ¡Guau! Un poco fuerte de asimilar ¿no creéis? Incluso veinte años después de que se publicara la obra original en manga es una situación familiar bastante atípica, imagínense cuánto más estrafalaria era a principios de los 90. Miki no acepta esta situación, por lo que se opone enérgicamente. Es más, está convencida de que el hijo de la otra pareja, Yuu Matsuura, estará de acuerdo con ella y la apoyará. Pero Yuu, a pesar de ser tan guapo y gustarle a primera vista, es bastante más tolerante, por lo que acepta la nueva situación familiar de buen grado. Así los seis comienzan a vivir juntos en una gran casa unifamiliar, lo que le da a Miki más de un quebradero de cabeza pues, por una parte, debe de sofocar los rumores y no levantar sospechas de que sus padres han hecho intercambio de parejas con los padres de Yuu (que ahora además va a su mismo instituto) y de que vive con él en la misma casa. Por otra parte está su no aceptación de la situación por lo que intenta aislarse y no relacionarse con los demás. Yuu se percata e intenta mejorar con mucha mano izquierda la tensión cuando la hay.
   A lo largo de la serie vamos conociendo a otros personajes que hacen que la trama se enriquezca. Una de esos personajes es Meiko Akizuki, la mejor amiga de Miki y su gran confidente. Meiko tiene un carácter tranquilo y sereno, a la vez que dulce. Miki y ella intercambian un diario en el que escriben su día a día y sus sentimientos, sobre todo los relacionados con el amor. Sin embargo, normalmente es Miki quien le cuenta a Meiko sus idas y venidas y ella le acaba aconsejando. Pero Meiko también tiene sus propias preocupaciones, no solo familiares, pues aunque provenga de una familia adinerada, la relación con sus padres es horrible; sino sentimentales, ya que tiene una relación secreta con una de los profesores de la escuela, Shinichi Namura. Hago una pequeña aclaración para el que no lo sepa: en Japón está terminantemente prohibido que un profesor y un alumno mantengan una relación más allá de lo escolar. Si los descubren ambos son expulsados del instituto y rechazados socialmente.
   Como en todo buen shoujo no puede faltar el triángulo amoroso, tenemos a Miki, a Yuu y a Ginta Suou. Este muchacho es el mejor amigo (masculino) de Miki. Un par de años antes del comienzo de la serie Miki y él estaban muy unidos porque pertenecían al mismo club de tenis. Miki le escribió una carta en la que le decía que le gustaba y que quería ser su novia, sin embargo, cuando Ginta descubrió la carta la leyó con sus amigos, los cuales se rieron de los sentimientos de Miki, con tan mala suerte que ella oyó sus bromas y se ofendió muchísimo. Ginta intentó disculparse, pero el daño ya estaba hecho, pasó un tiempo sin que se hablaran hasta que poco antes del comienzo de la serie retomaron su relación como amigos. Pero ante la llegada de Yuu todo se complica, ya que Ginta siente que está perdiendo a Miki, lo que hace que se lance por ella y le exponga claramente sus sentimientos, sentimientos que tenía desde que ella se le declaró por carta y que no tuvo el suficiente valor de admitir.
   Entonces entra en escena Arimi Suzuki, la cual crea otro triángulo amoroso entre ella, Miki y Yuu. Pero, para sorpresa de muchos (quizás), también crea otro triángulo amoroso entre ella, Miki y Ginta y también otro tercero entre ella, Ginta y Sutomu Rokutanda, primo de Ginta y compañero de Arimi del instituto ¡Vaya lío! ¿Verdad? Para esclarecer los hechos explicaré lo que sucede. Arimi y Yuu fueron compañeros de clase y ella le pidió a Yuu que salieran juntos, a pesar de las reticencias de éste, al final aceptó, con la condición de que salieran durante 3 meses como prueba. Aunque lo pasaron maravillosamente, al terminar esos 3 meses Yuu decidió romper con Arimi y ahora ella reaparece para conquistarlo. La situación no pinta muy a su favor, ya que se encuentra con Miki por el medio, a la cual considera una rival. Pero pronto idea un plan: conoce a Ginta en un partido de tenis en el cual se enfrentaba su instituto con el instituto de Miki y Yuu, y es allí cuando descubre que Ginta está enamorado de Miki, pero ella está dudosa entre él y Yuu. Aprovechándose de esa situación muestra interés por Ginta, dando a entender a Miki, Yuu, Meiko y Rokutanda que ahora el que le gusta es él. Sin embargo, más adelante, descubrimos que todo es una farsa en la que participa también Ginta para poner celosa a Miki y que se decida por él y, por otra parte, para despejarle el camino a Arimi hacia Yuu y, si es posible, ponerlo celoso también. Pero las mentiras tienen las patas cortas y, al final, se descubre todo el engaño. El resultado: Miki no se decide por Ginta y Yuu no muestra el más mínimo interés por su exnovia.
   Tras la aparición de Arimi vuelve a tomar relevancia el romance de Meiko y Namura, los cuales acaban siendo descubiertos, ello da lugar a que Meiko sea expulsada unos días del colegio y Namura se ve obligado a renunciar a su trabajo. Miki se queda muy sorprendida ante lo sucedido y le duele que su amiga no le haya contado su gran secreto. Meiko le contesta de manera cortante, algo así como que “la amistad no se basa en ser el primero en contarse los chismes”, frase que le duele mucho a Miki. Durante unos días la relación de ambas amigas sufre un pequeño paréntesis, periodo en el cual Meiko toma la decisión de huir de casa, dejar los estudios y marcharse con Namura. Pero éste la rechaza enérgicamente, esgrimiendo argumentos muy sólidos: él no puede mantenerla ahora que no tiene trabajo y ella es muy joven y debe acabar los estudios. Dolorosa separación, sobre todo para Meiko que, al final, se ve apoyada por Miki, gracias a la intervención de Yuu, con lo que ambas vuelven a retomar su relación de amistad.
   La historia toma entonces su cauce habitual en el que entra en escena un nuevo personaje, como no, dejándonos otros posibles triángulos amorosos. Se trata de Satoshi Miwa, estudiante de tercer año, presidente del consejo estudiantil y un guaperas. Parece muy interesado por Meiko y, ahora que Namura está fuera de juego, es su gran oportunidad. Aunque también siente interés por Yuu, eso quiere decir que… ¿hay un triángulo amoroso entre Miki, Yuu y Miwa? O_O ¡Qué barbaridad! Pues eso es lo que cree durante varios episodios Miki, todo ello fruto de la confusión, a veces creada por el propio Miwa y por la falta de comunicación entre Yuu y ella. Pero nada más lejos de la realidad, porque hay una explicación bastante lógica, aunque muy propia de una manga shoujo. El motivo de que Yuu y Miwa hayan estrechado su relación se debe a que, cuando Yuu tenía 10 años, descubrió por casualidad de que Youji Matsuura no era su verdadero padre. Esto lo llevó a un estado depresivo e insociable que al final logró superar. Sin embargo, comenzó a investigar la identidad de su padre, hasta que dio con Yoshimitsu Miwa, un famoso arquitecto para el cual su madre había trabajado antes de casarse con Youji y este señor, obviamente, es el padre de Satoshi Miwa. Cuando Miki se entera de esto, empieza a entender el comportamiento de Yuu y a querer ayudarlo, como ella solo sabe hacer: con su carácter despistado e infantil. A partir de entonces se disipan las dudas sobre la supuesta homosexualidad de Miwa y Yuu, ya que el primero deja bastante claro su interés por Meiko.
El beso que da comienzo al noviazgo entre Miki y Yuu.
   Ahora que Yuu ha encontrado a su padre de verdad llega la parte más difícil que es presentarse a Yoshimitsu Miwa como su hijo ilegítimo. Para ello cuenta con el apoyo de Satoshi y con el de Miki, por supuesto. Pero la conversación con el famoso arquitecto no sale como los tres jóvenes esperaban ya que Yoshimitsu explica que, aunque lo intentó, Chiyako lo rechazó, por lo que nunca llegaron a convertirse en amantes. Por lo tanto, él no es el verdadero padre de Yuu. Pues vaya chasco ¿no? Sí, para Yuu sí que lo es ya que por unos instantes su carácter cambia y su fachada se desmorona, siendo la única testigo de ello Miki, la cual intenta consolarlo. Entonces, con los sentimientos a flor de piel, Yuu le dice por fin a Miki que la quiere, porque es sincera y divertida, una chica sencilla. Ante la sorpresa de Miki (que no sé si es porque al fin se le ha confesado Yuu o por los motivos que la da él por lo que le gusta), ella admite también que ama a Yuu y entonces se besan. Estamos ante uno de esos besos emblemáticos e históricos en el mundo del anime: la pareja, solos en la playa, mientras atardece, con una suave brisa que mece sus cabellos y con el hilillo musical pegadizo que tiene cada serie ^_^ ¡El amor ha triunfado! Una nueva etapa comienza en la vida de nuestros personajes. Yuu y Miki son pareja oficial, aunque lo mantienen en secreto en casa ante sus padres, por los posibles problemas que podría generar, pero sí hacen partícipes a sus amigos. Miki se lo cuenta a Ginta, el cual se entristece y pasa lo mismo con Arimi, que se entera por boca del propio Yuu. Ambos les desean lo mejor a sus amores perdidos, pero sintiendo un gran vacío en sus corazones.
   Esto sucede en el capítulo 26, lo que podríamos considerar el final de una serie normal, pero como ya dije anteriormente, el anime continúa, porque hay mucha historia que contar. Así que la serie pasa a otro arco argumental en el que vemos las idas y venidas en la relación de Miki y Yuu, la aproximación de Meiko y Miwa y la nueva pareja que se forma, esta vez de verdad, entre Ginta y Arimi. Todo ello con la aparición de varios personajes nuevos, con lo que se producen nuevos triángulos amorosos. La primera es Suzu Sakuma, modelo juvenil, un par de años más joven que Yuu y Miki, prima de Miwa, caprichosa y entrometida. Sí, no lo voy a negar, Suzu me cae mal porque personifica a la típica pesada que se mete en medio de una pareja de novios e incluso la intenta romper para quedarse ella con el chico (¡detestable!). Muchos me preguntarán ¿y no hay chicos que hacen lo mismo? Desde luego y es que por otra parte aparece Kei Tsuchiya, un año más joven que Miki y que se enamora de ella. Aunque usa algunas mentiras y artimañas para dañar la relación entre Miki y Yuu, al igual que Suzu, no me explico cómo, pero él me cae mucho mejor que ella.
   Todo empieza cuando la madre de Yuu, Chiyako le propone a su hijo que participe en un anuncio que va a rodar su compañía de cosméticos con la modelo del momento que es Suzu Sakuma. Al principio Yuu no quiere participar, pero, por insistencia de su madre y de la propia Miki acaba aceptando. Cuando Suzu conoce a Yuu queda automáticamente enamorada de él, pero Yuu no le hace mucho caso, sin embargo, eso no es lo que le parece a Miki, que poco a poco va poniéndose más celosa. Con la buena cantidad de dinero que va a ganar, Yuu quiera aprovechar y darse un viaje de fin de semana para visitar algunos edificios que le interesan por su diseño arquitectónico, pues a Yuu le gusta mucho esta materia. Miki lo quiere acompañar (¿cómo va a desaprovechar una oportunidad así para estar con su novio?), por lo que decide buscarse un trabajo para poder pagar su parte del viaje, así acaba trabajando en una heladería después de clases. Allí conoce a Kei Tsuchiya de una manera algo embarazosa, pues mientras está subida sobre una escalera buscando unos helados entra un chico que, al mirarla desde abajo, se queda con una panorámica completa de sus braguitas O_O. Cuando Miki se da cuenta de que su intimidad ha sido descubierta pierde el equilibrio y cae estrepitosamente, pero no al suelo, sino sobre el muchacho ¡Cuánto te entiendo Miki! ¡Qué patosos nos volvemos a veces! Cuando después les toca hacer el turno juntos la tensión se masca entre ambos, y no es para menos ¿Qué conversación podía tener una chica con un chico en los años 90 tras haberle visto las braguitas de forma accidental? Bueno, pues gracias al carácter de Miki el hielo se rompe y Kei muestra su cara más amable, es un chico agradable, aunque esconde algo que lo entristece mucho y que tiene que ver con la época en la que tocaba el piano.
Yuu y Miki. Arimi y Ginta. Meiko y Miwa. Y detrás los nuevos personajes Kei y Suzu.
   Mientras tanto, Suzu avanza posiciones con Yuu (mira que la niña es terca), a pesar de que sabe que su compañero de trabajo tiene novia y que es Miki, ella s
igue ahí erre que erre mostrando su interés por Yuu. Incluso llega a demostrar su afecto por él delante de la propia Miki ¡Pero que tía más plasta ¬_¬, es insufrible! Pero el colmo de los recolmos llega cuando se celebra el festival cultural en el instituto de Miki y Yuu. Como invitados tenemos a Arimi, Suzu y Kei, entre otros. Esta oportunidad no se le escapa a Suzu para pedirle a Yuu que le enseñe el festival y le sugiere (ordena) a Miki que acompañe a Kei. Miki acompaña a Kei y este le pregunta si no está preocupada por su novio, dando justo en el clavo. Por eso me gusta Kei, porque dice sinceramente la verdad. Miki lo niega, pero la verdad es que sí que está preocupada. Bueno, todos se lo pasan bien en el festival y llega el momento en el que la banda de Miwa, con Yuu como vocalista, canta el tema Karebairo no crescendo. Pero el chico del teclado tiene una herida en la mano, por lo que Miki le suplica a Kei que lo sustituya. Él hace tiempo que no toca, pero por Miki accede, por supuesto. Queda de manifiesto en el concierto que Yuu canta fenomenal y que Kei es un auténtico genio al piano. Pero lo “mejor” es que al final sale Suzu al escenario a entregarle a Yuu un ramo de flores y lo besa ¡Lo besa delante de toda la escuela! Incluida Miki, por supuesto ¿Qué hubieran hecho ustedes? ¿Cortar con su novio por permitir que otra chica lo bese? ¿Pelearse con Suzu? ¿Huir a otro país? Yo la verdad es que no sé cómo hubiera reaccionado, pero Miki tomó la decisión de hacer como si no hubiera pasado nada. Y Yuu lo mismo ¿Cómo se puede hacer eso? En fin, no sé, al menos yo hubiera tenido una conversación con mi novio, pero Miki no la tuvo con Yuu, ni Yuu con Miki. Lo que dio lugar a que, aunque aparentaran normalidad se abriera un abismo entre ellos. La relación no es igual que antes, se nota… y todavía irá a peor.
Los chicos: Miwa, Yuu y Ginta.
Las chicas: Arimi, Meiko y Miki,.
   La diablilla de Suzu, al ver que su beso no afectó a Yuu, el cual le da ahora clases particulares, empieza a maquinar un nuevo plan. Ahora usará el abismo abierto entre la pareja para separarlos más ¿De qué modo? Agrandando la desconfianza y los celos entre ambos ¿Cómo? Pues haciendo creer a Yuu que Miki siente interés por Kei y haciendo creer a Miki que Yuu en realidad tiene interés en ella. Para ello deja caer una bomba: le dice a Yuu que vio a su novia abrazada a Kei la otra noche y que el medallón que han intercambiado lo tiene ahora él. Lo que Suzu cuenta es totalmente cierto, de hecho no es ninguna mentira, pero le da ese enfoque tan adecuado para su beneficio. La realidad es que una noche Miki cayó agotada por el cansancio en la calle y Kei la ayudó, momento que aprovechó para abrazarla y ¡qué casualidad! Suzu lo vio todo. Y lo del medallón también tiene una explicación y es que, el día que Kei le vio las braguitas a Miki y esta cayó sobre él, el medallón se quedó en el suelo, cogiéndolo él y guardándolo y, aunque ella lo buscó y le preguntó si lo había visto, Kei lo siguió escondiendo. Tras la revelación de Suzu, Yuu se queda pensativo, aunque le resta importancia a las palabras de Suzu en su presencia, pero como ya dije antes, hay una distancia considerable entre la pareja que hace dudar hasta las más férreas convicciones. Sin embargo, las palabras de Suzu no caen en saco roto, ya que Yuu es testigo accidental de cómo Kei se le declara a Miki. En lugar de intervenir, opta por irse., actitud no del todo acertada, ya que Miki lo estaba esperando para volver juntos a casa después del trabajo y piensa que no quiere estar con ella. Poco después, Kei le confiesa a Miki su problema con la música y se sincera con ella, contándole el motivo que le hizo dejar de tocar el piano.
   Entonces llega Halloween y Suzu planea dar una fiesta en su casa, ocasión que aprovechará para rematar su maléfico plan. Primero invita a Kei, para que toque el piano durante la celebración. Al principio él se niega, pero cuando se entera de que Miki también va (aún no está invitada), él acepta. A Yuu, que iba a darle clases particulares como cualquier otro día, le invita a quedarse. Él no quiere, pero sale el padre de Suzu, el cual es arquitecto, y le recomienda que se quede para presentarle a otros arquitectos famosos. Ante su persuasión, Yuu acepta. Entonces es cuando Suzu aprovecha e invita a Miki, diciéndole que Yuu ya está en la fiesta. Algo que incomoda mucho a Miki, pues su novio no le había dicho nada al respecto. Bien, comienza la fiesta y Miki ve como Suzu y Yuu están juntos, algo que la entristece, pero entonces oye una bonita melodía y descubre a Kei al piano. Sorprendida, se acerca a saludarlo y entablan una animada conversación. Entonces Yuu los ve juntos y se queda pasmado. Ahora pido un tiempo muerto ¡¿Qué pasa con este chico?! Él puede flirtear con Suzu e incluso ir a una fiesta sin decirle nada a su novia ¿pero Miki no puede hablar con otro chico, como es Kei, porque él se enfada? ¡Vaya un antipático! En este punto admito que no entiendo la actitud de Yuu y no me parece la adecuada, me pongo en la piel de Miki y me identifico con ella 100%. No hay equilibrio en la relación de pareja.
   Tras la fiesta de marras la relación está ya más que avocada al fracaso. Entre tanta tensión Yuu decide ir a buscar a Miki a su trabajo, con tan mala suerte que ella no está y se topa con Kei, el cual le enseña el medallón perdido de Miki y mete cizaña de mala manera, diciendo que ella lo tiró porque no lo quería. Yuu se lo cree (¡Ingenuo!) y se dirige rápidamente a casa en busca de Miki para preguntar por el medallón. Ella le dice la verdad: que lo ha perdido. Pero él no lo cree y la acusa de ser demasiado simpática con los chicos (¡Esto es el colmo! ¿Él no ve lo simpático que es con las chicas?). Por lo que le devuelve el medallón que Miki le había dado a él y le dice que deben romper. Entonces Miki contraataca (¡Bien hecho!) y le acusa de que todo este malentendido se ha formado por que a él le gusta Suzu, por supuesto, algo que Yuu niega. Y la discusión termina con la ruptura de los novios. Yuu se va de viaje solo, ya que al romper con Miki no tiene sentido el que vayan juntos. En la ausencia de su exnovio, Miki se enfrenta a Kei y le pide que le devuelva el medallón perdido. Pero Kei le dice que deje a Yuu y que salga con él. Miki sale huyendo y en el camino, Ginta, que estaba con Arimi, la ve y la intenta detener, preocupado por verla ahogada en llanto. Yuu sigue de viaje solo y quizás algo aburrido, mientras que Ginta anima a Miki y le dice que vuelva a confiar en Yuu y hagan las paces. Pues bien, la chica sigue el consejo y corre a la estación a recibir a su amado, pidiéndole disculpas por lo sucedido y reconociendo su error (demasiado sumisa para mi gusto, pero en fin, así es el amor). Yuu también se disculpa y vuelve a tomar el medallón de Miki, como símbolo de reconciliación (¡Qué pena, Suzu, al final no conseguiste tu objetivo ¬_¬!) En este momento de paz, llega una chica que llama a Yuu por su nombre y éste la presenta a Miki como Anyu Kitahara, antigua amiga de la infancia que conoció en el hospital cuando eran pequeños ¡Ya empezamos otra vez! No salen de un lío para meterse en otro.
Anyu Kitahara.
   Bueno, la nueva rival empieza con fuerza, quedando con Yuu y saliendo con él y Yuu (para no variar) sigue igual de simpático y confiado con otras chicas a parte de su novia. Tanto interés tiene Anyu en Yuu que se atreve a ir a ver a Miki y le confiesa que está completamente enamorada de su novio, pero le pide disculpas y le dice que no tema, que no quiere romper la relación entre ellos pero sí que se atreve a pedirle que le deje ser la segunda chica de Yuu. Tras esto Yuu y Anyu están juntos recordando sus vivencias infantiles cuando Anyu se le declara a Yuu, pero él no parece hacerle demasiado caso. Mientras tanto, Kei invita a Miki para que le oiga tocar el piano y le hace una nueva invitación para que vaya en Nochebuena con su novio y vea su concierto. Las Navidades son un período romántico y lleno de posibles ocasiones para estar con aquella persona especial. Justo cuando van a salir para el concierto de Kei, Yuu recibe una llamada de la inoportuna Suzu para que le explique algunas dudas que tiene (¡fuerte niña pesada!) y el buenazo de Yuu se queda hablando con ella por teléfono mientras Miki se adelanta para ir al concierto. En esto Yuu recibe otra llamada de la madre de Anyu y le dice que su hija está siendo operada de urgencia, el chico no se lo piensa dos veces y va corriendo al hospital. Allí los padres de Anyu le explican que su hija debía de haberse operado antes, pero que no le había dicho nada, a pesar de considerarlo su mejor amigo, para no preocuparlo. Ahora entiende Yuu que la declaración del otro día era el último y desesperado intento de Anyu antes de someterse a una operación tan peligrosa. Miki asiste sola al concierto de Kei, momento que él aprovecha para declarase en público, tras la actuación tiene que lidiar con un Kei muy apasionado que se le vuelve a declarar, pero ella lo rechaza enérgicamente y lo anima a que siga con sus estudios de música. Miki vuelve a casa triste y sola, porque no sabe donde esta Yuu, pero él aparece de pronto y la lleva hasta un mirador en donde se intercambian los regalos de Navidad ¡Qué romántico… y que cursi! Así que después de las fiestas de Navidad viene la primera visita del año nuevo al templo así que todos nuestros amigos: Miki y Yuu; Ginta y Arimi; Meiko y Miwa y hasta Rokutanda y Suzu van juntos. Tras este pequeño paréntesis el padre de Suzu le propone a Yuu una gran oportunidad para él: si quiere estudiar arquitectura debería de ir a una escuela a Nueva York. Yuu se queda algo impactado por la propuesta, pero parece que se lo va a pensar. Entonces aparece Anyu ya recuperada de su intervención quirúrgica y les hace saber tanto a Miki como a Yuu que se va para Estados Unidos para seguir con su tratamiento. Y así Anyu desaparece del panorama… por el momento.
  
Meiko y Namura.
Cambiemos ahora un poco de tercio, para hablar de otros personajes de esta gran serie porque ¿qué ha sido de Meiko durante todo este tiempo? Tras el rechazo de Namura ha seguido con su vida de estudiante, pero su amor por su profesor no ha muerto aún. El vacío que ha dejado él lo aprovecha Miwa para aproximarse directamente a su nueva conquista: la invita a salir, le intenta agradar, etc. Pero la chica es cabezota y se hace la dura, pero poco a poco, Miwa hace pequeños progresos. Cierto día, mientras los dos van paseando, llega una compañera del instituto que le dice que acaba de ver al profesor Namura con la profesora Ryoko Momoi. Sin pensarlo dos veces, Meiko deja plantado a Miwa y va en busca de Namura. Al verlo se lanza a sus brazos y lo abraza de manera irreflexiva. Pero Namura la rechaza una vez más y le dice que él y Ryoko están saliendo. A Meiko se le cae el alma a los pies, pues no esperaba que los acontecimientos se desenvolvieran de esta manera y se siente traicionada por Ryoko, con la cual había estrechado su relación en el instituto y ahora se vuelve más tensa. Aclaro que lo que acaba de decir Namura es una mentira para evitar a Meiko, Namura solo quiere a Ryoko como amiga, pero Ryoko estaría más que dispuesta a que esto fuera verdad. A pesar del plantón sufrido, Miwa no se da por vencido y sigue insistiendo con Meiko. Entonces la anima a que escriba alguna historia, algo que ella se niega a hacer, pues solo es buena haciendo comentarios de otros libros que ha leído. Finalmente lo intenta y comienza un borrador de una novela, novela que está basada en su propia experiencia pues trata de una chica joven que se enamora de un hombre mayor y, tras una desilusión, aparece en su vida otro joven de su edad por el que también siente algo. Miwa lee la historia y le pregunta por el final, ya que está inconclusa, así que Meiko le dice que el final de su historia será también la respuesta a los sentimientos que él tantas veces le ha declarado. En la serie no se explica el final de la misma, ni la respuesta que le da a Miwa, pero pienso que es positiva, pues la relación de ambos sigue en marcha, aunque sea como amigos.
   A Miwa no se le ocurre otra cosa que mandar la historia de Meiko a un concurso, pues cree que es un relato muy bueno, y tiene toda la razón, ya que gana. Cuando Meiko se entera no puede ocultar su sorpresa de lo ocurrido y le pide a Miki y a Yuu que vayan con ella a la fiesta que organiza la editorial para darle el premio, en donde se encuentran con Miwa. En el acto leen varias felicitaciones enviadas a Meiko por su éxito, entre las cuales hay una de Namura. En ese momento Meiko entra en shock y sale de la fiesta visiblemente afectada, Miki la sigue, preguntándose qué le sucede. Entonces Meiko se sincera y le dice que aún no ha podido olvidar a Namura; a pesar de su rechazo, a pesar de saber que ahora él está con la profesora Ryoko; por lo tanto, decide que va a ir a Hiroshima a reunirse una vez más con él para hablar de su relación. Así Meiko y Miki inician el viaje juntas, a pesar de la oposición de Miwa a que lo haga. Pero la sirvienta que cuida de Meiko encuentra una nota escrita por ella, diciendo que se ha marchado. Al no saber su paradero recurre a la señorita Ryoko, la cual empieza a indagar y llama directamente a Miwa, él no responde a sus preguntas. Ante el silencio del chico Ryoko (mujer lista) da con la verdad por sí misma y decide ir en busca de su alumna para detenerla, ya que se siente responsable de lo sucedido y además debe ocupar el lugar de sus padres, los cuales se desentiende de su hija. Miwa intenta detenerla y acaban los dos viajando juntos en el tren. Mientras tanto Miki y Meiko llegan a Hiroshima, la primera llama a Namura y le comunica que está allí con Meiko y que desean verlo, especialmente Meiko, la cual quiere hablar con él una última vez. Así que la esperada reunión de la expareja sucede en un bonito parque de Hiroshima. Allí Meiko le propone a Namura que vuelvan a estar juntos nuevamente, ya que ella podrá dedicarse a escribir y no tendrá que depender de él económicamente. Él la vuelve a rechazar. Miki y Meiko regresan tristes y abatidas al hotel, allí se encuentran con dos personas a con las que Meiko no desea hablar: Ryoko, la actual novia de Namura, y Miwa, el chico que quiere estar con ella ahora. Ahogada por los acontecimientos, Meiko se encierra en la habitación del hotel y llora a mares. Tras este episodio tan violento, Namura se encuentra con Ryoko y con Miwa. En ese momento Ryoko encara a Namura valientemente y le dice que recapacite y que deje de ocultar sus sentimientos hacia Meiko y que no mantenga por más tiempo la farsa de que ambos están saliendo. Namura vuelve a asegurar que no puede estar con Meiko porque quiere lo mejor para ella, momento en que Miwa no soporta más la farsa de Namura y comienza a pegarle puñetazos. Entonces Meiko, que aparece repentinamente, se interpone entre los dos y acaba recibiendo un puñetazo accidental por parte de Miwa. Tras el susto, Meiko se recupera y vuelva a declararse, entonces Ryoko no puede más y le cuenta la verdad. Namura intenta negar que esté enamorado de Meiko, pero acaba sucumbiendo a sus propios sentimientos y se reconcilian ¡Qué bonito! ¡Qué cursi!
   Pero la cosa no acaba ahí, ya en casa, Meiko va a visitar a Miki y le confiesa que Namura y ella están prometidos y que, cuando acabe los estudios, se irá con él a Hiroshima. Pronto el resto de protagonistas se enteran del compromiso de Meiko y Namura, pero aún quedan dos personas que deben saberlo, y esas dos personas son las que salen mal paradas, amorosamente hablando; la profesora Ryoko y Satoshi Miwa. Namura llama a la primera y se lo cuenta, disculpándose por todo lo sucedido y por haberla usado como escudo sin tener en cuenta sus sentimientos, pues Ryoko sí estaba enamorada de él. Ella no le guarda rencor por lo sucedido y se propone seguir con su vida de la mejor manera posible y ejerciendo como excelente profesora, sobre todo con Meiko. Por otra parte, Meiko llama a solas a Miwa para aclarar la situación. Ella le agradece su apoyo incondicional en los peores momentos y lamenta herirlo, pero ella amó siempre a Namura y, a pesar de todos sus esfuerzos, Miwa no logró conquistarla. Bueno, así es el amor: unas veces se gana y otras se pierde. En esta historia en concreto, los perdedores han sido Ryoko y Miwa y, desde mi punto de vista, ambos supieron perder y reponerse, algo admirable. Y este es el desenlace de la historia entre el profesor Namura y su guapa alumna Meiko.
   ¡Un momento! ¡Que no cunda el pánico! Porque Marmalade Boy no ha terminado todavía. Ahora respóndame a una pregunta ¿Qué harían ustedes si un buen día, después de clase o el trabajo, llegan a sus casas y se encuentran que su familia está rodando muebles porque va a venir a vivir un estudiante de intercambio a su casa, algo que ignoraban por completo? O_O Así se quedó Miki. El estudiante viene de Nueva York y encima a ella no se le da nada bien el inglés, por lo que se apura cuando espera la llegada del nuevo inquilino completamente sola. Al oír el timbre corre hacia la puerta y se abalanza sobre Yuu, sin darse cuenta antes de que no es él, sino el americano, Michael Grant. El muchacho, no es solo rubio y de ojazos azules, como buen americano, sino un autentico fanático de la cultura japonesa, tanto que habla japonés perfectamente y le pide a Miki que le enseña la ciudad. Mientras tanto, el padre de Suzu le vuelve a plantear a Yuu el irse a Nueva York a estudiar arquitectura. El chico parece ya decidido a irse, tanto es así que se lo confiesa a Miwa, el cual le recuerda que debe decírselo a Miki. Ella lleva días intentado hablar con su novio, pues nota que algo le preocupa, sin embargo Michael no para de aparecer para chafar la oportunidad cada vez que se presenta. Sin embargo, mientras están juntos a Michael se le escapa que Yuu va a irse a Estados Unidos como estudiante de intercambio. Miki se derrumba, y no es para menos, porque su novio ha decidido irse muy lejos a estudiar sin siquiera decírselo. Yuu trata de explicárselo, pero Miki se ahoga mucho más, ya que para ella la distancia es un problema para su relación, pero el chico se excusa en que tiene una oportunidad fabulosa para estudiar arquitectura y no quiere perderla. Miki está muy dolida y se enfada con Yuu. Y como solo sabe hacer Miki, se intenta vengar de su novio de la manera más inocente posible.
   Llega el momento de que Satoshi Miwa se gradué, por lo que como acto final habrá un baile y Miwa le pide a Miki que lo acompañe ya que no levantará sospechas de que está enamorado de ella porque todo el mundo sabe que es la novia de Yuu. Bueno, no es exactamente una venganza del todo brillante, ya que Yuu ni se inmuta por la invitación. Meiko le presta el vestido y los complementos y su madre y Chiyako la ayudan a maquillarse. Todos quedan maravillados con lo guapa que está Miki, excepto Yuu, al que no se le ruge una tripa. Mientras están en el baile Miwa intenta animar a Miki de manera muy sublime, para que cuando Yuu se vaya ella no se sienta sola. Y entonces ¡Sorpresa! Aparece Yuu y hacen las paces. Ella le dice que vaya a estudiar a Estados Unidos y, además, deciden hacer aquel viaje los dos juntos que nunca realizaron. En casa cuentan a sus padres que van a ir a Hakone todos los amigos, esto son: Miwa, Meiko, Arimi, Ginta, etc, como despedida de Yuu. Michael quiere acompañarlos, pero Miki se zafa, pues en realidad la parejita quiera estar a solas. La excursión va estupendamente hasta que aparece ¡Michael! Adiós viaje romántico. Con la habitual torpeza que la caracteriza, Miki inventa una excusa poco creíble para explicarle a Michael porqué solo están ellos dos. A pesar de la interrupción la pareja encuentra un momento de intimidad en la que Yuu le pide a Miki que lo espere, porque él solo la quiere a ella. Y mientras se besan, Michael los ve de lejos y se da cuenta de que la relación entre ellos no es de hermanos, sino de pareja. Querido Michael, cualquiera se hubiera dado cuenta de lo que hay entre esos dos desde el primer día, eres un poco lento :-P. Pero Michael tiene un plan previsto: pronto Yuu se irá y él podrá estar a solas con Miki. Ya era hora de que alguien intentara meterse de por medio entre la pareja, habían pasado varios capítulos sin que eso no ocurriera ¿verdad? ¬_¬. Y así llega el momento de la dura separación en la que Yuu se marcha.
Algunos personajes conocidos y otros nuevos, de izquierda a
derecha: Yayoi y Rokutanda, Arimi y Ginta, Jenny y detrás Will.
Al fondo vemos a Kijima y su esposa, el hermano de ésta, Doris y
Brian y Anyu
.
   Sí, se va, dejando a Miki triste y sola mientras él llega a ¡New York! ¡Qué cool! Nuestro amigo japonés se va directo a la residencia escolar en donde va a vivir mientras estudie en USA. El chico no hace sino poner un pie dentro del edificio, cuando ya se enamora de él una chica muy mona, Jenny Golding, una preciosura rubia y de ojazos azules, pero lo que tiene de guapa lo tiene de “traviesa”. Ella y su amiga, Doris O’Connor le enseñan amablemente la residencia y le presentan a su nuevo compañero de cuarto, William Matheson, un apasionado de las estrellas. Jenny y Doris le advierten que a Will no le interesan las chicas, por lo que Yuu piensa (una vez más) qué su compañero es gay, lo mismo que le pasó con Miwa al principio. También conoce a Brian Grant, hermano mayor de Michael, con el que no congenia mucho. Mientras tanto, Michael intenta animar a Miki para que se olvide de la ausencia de su novio y le pide que lo acompañe a una librería en la que se topan con Suzu (¿Es que nunca va a desaparecer la pesada ésta?) y aprovecha para pedirle a Michael que sea el sustituto de Yuu dándole clases particulares ¬_¬. Ella sabe cómo aprovechar bien el tiempo. Pero la ausencia de su novio es muy grande, así que Miki llama a Nueva York y habla con Yuu, y así, se dan ánimos mutuamente para soportar la distancia que los separa. Pero ambos deben continuar con sus vidas y a Yuu se le complican las cosas. Jenny, resuelta y muy lanzada, acosa a Yuu preguntándole si quiere salir con ella o si tiene novia y el chico no sabe cómo sacársela de encima. Ella toma la delantera y lo besa, con tan mala suerte para él, que Brian lo ve y luego empieza a molestarlo, porque Brian está loco por Jenny y ella no le hace ni caso (supongo que esto ya se veía venir). Pero la cosa no hace más que empeorar hasta que ambos se retan a un partido de baloncesto, algo en lo que Brian es un as. Para sorpresa de todos los presentes, Yuu le gana y ambos firman la paz de esta manera.
   Para Miki también empieza su pequeño infierno, pues la salida de escena de Yuu propicia el que aparezcan otros pretendientes, como por ejemplo Kei, el cual había desaparecido durante unos cuantos capítulos. El chico (recuerden que gracias a Miki ha retomado sus estudios de música) se presenta de sopetón en su casa y le pide, una vez más, que salga con él y está dispuestísimo a retar a Matsuura, para conseguir el amor de Miki. Entonces ella le comunica que Yuu está en Estados Unidos por motivo de estudios, noticia que solo hace que Kei intente con más ahínco conquistarla. Y bien, Michael también se le declara y le dice que aprovechará la ausencia de su novio para robarle el corazón. Y entonces, fortuitamente, Kei y Michael son presentados por Miki y ¡la guerra estalla! ¡Cuánto nos vamos a divertir todos! Con todo lo que está sucediendo, la señorita Ryoko toma la decisión de ayudar a Miki, pues la ve algo desanimada, por lo que le propone que haga un trabajo de medio tiempo en una tienda nueva que van a abrir próximamente, regentada por la esposa de un amigo de Ryoko del instituto y su hermano. Y atentos todos: entre el hermano de la dueña y Ryoko surge “algo”, incluso cuando entran en confianza él le pide una cita, aunque ella lo rechaza cortésmente, pues hace poco terminó su amor no correspondido con otra persona (obviamente se trata de Namura). Pero él no se desanima y lo sigue intentando ¡Claro que sí! ¡Ryoko se merece lo mejor!
Miki intentado hablar con Yuu por
teléfono. A la izquierda están
Jenny, Will y Brian. Y a la derecha
Michael, Meiko y Miwa.
   Mientras tanto, Michael y Kei siguen con su batalla campal. Éste último aprovecha y toma la delantera, invitando a Miki a un concurso en el que va a participar tocando el piano. Ella acepta y van todos juntos: Miki, Meiko, Michael, Suzu, Ginta, Arimi…. Entonces Michael se da cuenta de que Kei es un gran rival. De regreso a casa, Miki recibe una llamada de Yuu y después le pasa el teléfono a Michael para que hable con su hermano. Brian le cuenta que Jenny y Yuu no hacen sino coquetear. Ni corto, ni perezoso, Michael aprovecha la oportunidad y besa a Miki, contándole lo que acaba de saber sobre su novio. Esto afecta a la protagonista muchísimo y hace que su confianza en sí misma se tambalee. El colofón llega cuando, algunos días más tarde, llama a Yuu a la residencia y allí le dicen que él y Jenny se han ido el fin de semana a Long Island (la situación se va calentando) y al día siguiente de la demoledora revelación tiene que intervenir para que Kei y Michael no acaben matándose por ella. Esto hace que Miki corra desesperada a los brazos de su buena amiga Meiko quien la anima para que vayan a Nueva York a ver a Yuu y aclarar los comentarios que ha escuchado, como pasó en su día con Meiko y Namura. En otro lugar del planeta, concretamente Nueva York ¿dónde si no?, Will y Yuu se encuentran con Anyu Kitahara ¿se acuerdan de ella? Se había marchado a Estados Unidos para superar su enfermedad y operarse nuevamente. Casualmente la invitan a ir con ellos a Long Island al día siguiente. Al final el viaje se hace y los que van son: Brian, Doris, Will, Anyu, Yuu y Jenny. Will se comporta como todo un caballero con la tímida Anyu, quien se da cuenta de que Jenny no deja en paz a Yuu. De hecho, la rubia ha tomado la decisión de regresar de Long Island siendo la nueva novia de Yuu. Y vaya que si lo intenta, siendo la más pesada de las pesadas (casi como Suzu, pero en versión americana). El caso es que Brian no hace sino exasperarse por sus coqueteos y Anyu se siente culpable por Miki. Pero Yuu es firme: su novia es Miki y él le va a ser fiel siempre. Así que regresan a Nueva York, pero, el fin de semana siguiente Brian, Will y Yuu regresan a Long Island para estudiar, justo cuando Miki y Meiko ya están en Nueva York. Hay un detalle muy importante: ellas no lo han avisado de que iban a hacerle una visita.
   Nada más llegar Miki se adelanta y va a la residencia en busca de su novio. Allí toca la puerta de la habitación de Yuu y de ella sale una chica rubia que se presenta como Jenny y le explica que Yuu está dormido porque hace un rato estaba con ella, insinuando que se habían acostado. La pobre Miki se lo cree y abandona la residencia con el corazón roto. La verdad es que todo lo que le dijo Jenny no era más que una mentira; el verdadero motivo de que estuviera en el cuarto de Yuu era para tomar un libro prestado. En este punto debo decir que Miki es una ingenua, ya que se va sin hablar con su novio cara a cara y aclarar las cosas, que es lo que se supone que iba a hacer al ir a Nueva York. A veces Miki es muy contradictoria, o por lo menos el guión de la serie lo es; para caminar sola por Nueva York nada más salir del aeropuerto e ir a la residencia de Yuu ella sola se desenvuelve de maravilla, pero para lidiar con las mentiras de Jenny se comporta como una llorona. En fin, no hay que darle demasiadas vueltas: la chica estaba impactada por lo que acababa de oír :-P. Cosas del shoujo. Meiko, siempre algo más madura que su amiga, le regaña preguntándole el porqué no entró en la habitación para confirmar si lo que Jenny decía era verdad. Pero ya es demasiado tarde, Miki se quiere marchar porque tiene el corazón destrozado y ya no puede soportar tanto dolor.
   Y a todas estas ¿cómo se entera Yuu de que Miki está en Estados Unidos? Pues fruto de la casualidad. Mientras Meiko estaba registrándose en el hotel, se encuentra con Anyu y le cuentan que ella y Miki están allí para ver a Yuu. Entonces Will llama a Anyu desde la casa de campo para proponerle salir, pues la chica le gusta y así se lo hace saber a Yuu, ella acepta la invitación y aprovecha para decirle a Yuu que Miki está en Nueva York. En fin, que los tres chicos salen disparados de Long Island para intentar que los novios se reencuentren. Al llegar a la residencia Yuu pregunta a Doris y a Jenny si han visto a su novia. Ésta última lo admite, pero sin dar detalles de lo ocurrido. Entonces Yuu escucha todos los mensajes que Meiko le había dejado en el contestador, advirtiéndole de que Miki quería regresar a Japón cuanto antes porque creía que él y Jenny estaban saliendo. El chico corre al aeropuerto donde por fin se encuentra con Miki. Momentos intensos. Muy intensos. Él se disculpa, por no saber que ella estaba allí para verle y ella le explica que está triste y cansada de solo poder hablar con él por teléfono unas pocas veces en semana, de la larga distancia que los separa y de preguntarse a sí misma si él la está engañando con otra chica. En este momento, Yuu se comporta como un hombre (creo que por primera vez en toda la serie, por lo menos desde mi punto de vista), le pide disculpas, pues no sabía que lo estaba pasando tan mal y le pide que lo espere. Pero Miki lo pone entre la espada y la pared: o sigue en Nueva York y su relación se rompe o regresan juntos a Japón. Pero él (como es lógico) no puede abandonar sus estudios soñados precisamente en ese momento, por lo que se despiden y la relación se rompe. T_T pobre Miki. Pobre Yuu.
   De vuelta en Japón Miki actúa más alegre que de de costumbre, para disimular su verdadera tristeza y poco a poco hace partícipe a sus conocidos de su ruptura con Yuu. Oportunidad que Michael no desaprovecha para declarársele una vez más. Pero ella sale huyendo, porque quiere estar sola y tropieza accidentalmente con Kei, el cual, en vez de declararse le ofrece inteligentemente su hombro, para que llore. Lo que hace que Miki se derrumbe entre sus brazos. Mientras tanto, en Nueva York, Yuu no hace sino pensar en su exnovia. Will nota a su compañero de habitación algo deprimido, aunque no sabe bien el motivo, pero intuye que tiene que ver con Miki, así que se dirige a Jenny y le pregunta exactamente qué pasó la tarde en que las dos se encontraron. Jenny admite que le gastó una broma a Miki y Will la reprende severamente por las terribles consecuencias que han tenido sus actos. Jenny busca consuelo en su amiga Doris, pero ella es de la misma opinión que Will y anima a la rubia para que le cuente a Yuu lo ocurrido y se disculpe con él. Así lo hace, de esta manera constatamos que Jenny no es mala, sino un poco traviesa y cabezona. El bueno de Yuu no toma en cuenta lo ocurrido entre ambas chicas, pues sabe que su ruptura se debe a la larga distancia que hay entre Miki y él. Finalmente, y tras mucho pensarlo, Yuu se arma de valor y llama a Japón, con la esperanza de hablar nuevamente con Miki e intentar convencerla de que pueden volver a intentarlo, pero Michael le contesta al teléfono y le informa de que ella se ha ido a casa de Kei. Aunque Kei y Miki han acercado posiciones, eso no significa que definitivamente estén saliendo como pareja de novios, aunque él juega con ventaja respecto a Michael. Y sucede que Kei se va a Nueva York a participar en un concurso de música y busca a Yuu para hacerle saber que él está dispuesto a cuidar de Miki en su lugar. Yuu, quien no ha dejado de pensar en su querida Miki e incluso le ha mandado un paquete con las maquinitas que solían usar para dejarse mensajes en el pasado, se da por vencido y le pide a Kei encarecidamente que la cuide bien. Y por supuesto, Kei no pierde tiempo. Ya en Japón Michael y él acuerdan invitar a Miki a un parque de atracciones para que allí se decida por uno de los dos para que se convierta en su nuevo novio. Y el ganador es… hagan sus apuestas… ¿Quién es el afortunado?... Pues Miki finalmente elige a… Kei.
 
Ahora Kei y Miki son novios.
  Y así empiezan a salir. Al principio Miki se siente mal porque piensa que está usando a Kei para olvidar a Yuu, pero Meiko la calma y le aconseja que siga adelante con su nueva relación, que le hace falta un cambio y que Kei es la persona adecuada para hacerla feliz poco a poco. Casualmente Ginta los ve juntos y se sorprende de que ahora sean pareja, algo que le manifiesta a Miki y también a Arimi. Su propia novia se da cuenta de que él está más pendiente de Miki que de ella, por lo que siente una pequeña desazón que se convierte en corazón roto cuando Ginta le expresa su deseo de ayudar a su amiga, más que estar con ella. No puedo creer que Ginta deje de lado a Arimi por Miki, me parece absurdo y de una persona poco cabal; si ya tienes una relación estable, no es buena idea romperla por un amor del pasado que además no es seguro que te sea correspondido ¡Ni que tuviera diez años para hacer estas tonterías! Así que después de dar plantón a su novia, Ginta va a ver a Miki para darle su opinión sobre su nueva relación, aunque, mientras habla con ella se da cuenta de sus verdaderos sentimientos y se arrepiente inmediatamente de haber despreciado a Arimi. Intenta quedar con ella nuevamente, pero la chica, como es lógico, le deja un mensaje con el que se despide de él en una de esas maquinitas tan famosas entre las parejas de Marmalade Boy. A Ginta se le cae el mundo encima (haberlo pensado mejor, chaval) e intenta por todos los medios hacer las paces con Arimi. Pero solo lo consiguen con la ayuda de la propia Miki, Rokutanda y Yayoi (la novia de éste último). Ginta se disculpa, admite su error y… ¡crisis resuelta! Me alegro por ellos.
   En Nueva York también se respiran nuevos aires amorosos gracias a la llegada del verano. Sorprendentemente Anyu anima a Will para que se le declare a Jenny y así lo hace, pues ambos saben que, aunque han salido un par de veces, les gustan otras personas. Y la rubia acepta ¡Increíble! Pero ¿qué pasa con Brian? Pues el pobre, al enterarse, se deprime y es consolado por Doris, la cual aprovecha para declarársele también. Y colorín colorado, cada cual ha encontrado a su pareja. Pienso que esta ha sido una manera rápida de colocar a nuestros amigos americanos con su media naranja antes de que Yuu regrese a Japón por las vacaciones de verano, de lo que se entera Miki por boca de Chiyako y Rumi. Como es obvio los nervios afloran: su ex novio de vuelta, sin olvidar que viven en la misma casa ¿Qué pasará? Y el día llega, lo que le produce a Miki cierto desasosiego, como le ocurrió anteriormente a Arimi, y así se lo hace saber a Kei. El motivo es el que se siente con la obligación de comunicarle a Yuu que ahora está saliendo con él y no sabe cómo decírselo. Cuando todos van al aeropuerto a recibir a Yuu éste aparece de sopetón con Anyu, la cual es invitada a cenar como un miembro más de la familia. En el restaurante Miki aprovecha la ocasión y le hace saber a Yuu, con Anyu como testigo, que ahora es la novia de Kei ¿Y cómo se lo toma el chico? Pues haciendo de hermano comprensivo, o de exnovio simpático, y le dice que se alegra mucho por ella, si eso es lo que le hace feliz. Pero Anyu sabe bien que Yuu está fingiendo para no hacer daño a Miki y su intuición se confirma cuando Michael también se sincera y pide disculpas, porque muy posiblemente fueron sus chismes sobre Yuu y Jenny los que hicieron que su relación con Miki se rompiera. Yuu, que parece que ha madurado un poco, le saca toda importancia y le dice a Michael que la culpa de la ruptura la tiene principalmente él, por haber dejado sola a su novia. Pocos días después se organiza una acampada a la que asisten Miki y Kei, Yuu y Anyuu, Yayoi y Rokutanda, Arimi y Ginta, Suzu y Michael, Kijima y su mujer, el hermano de ésta y la señorita Ryoko. Como era de esperar, Miki no hace sino estar pendiente de Yuu y Yuu de Miki, aunque ambos deben disimularlo, pero la mayoría son conscientes de la tensión que se masca en el ambiente. Por la noche, Kei invita a Miki a pasear y, en medio del bosque, intenta besarla. Pero los recuerdos de los momentos dulces que ha pasado con Yuu vienen a su mente y empieza a llorar. Incapaz de corresponder honestamente a los sentimientos de Kei sale huyendo despavorida y se topa con Yuu. Ambos se abrazan y vuelven a declarar su amor, que no ha muerto, a pesar de lo sucedido en la última época. Me alegro por ellos aunque se me parte el corazón por Kei y por Anyu, pero ya ha pasado en otras ocasiones a lo largo de la serie y con otros personajes: el amor es así. De esta manera la pareja retoma su relación amorosa e idílica.  Como prueba de reconciliación deciden intercambiarse regalos e incluso planean hacer el soñado viaje juntos, los dos solos. Pero la desgracia no tarda en llegar (ya la echaban de menos ¿eh?).
   Todo ocurre mientras Yuu está ordenando en su cuarto. Allí descubre un antiguo álbum que pertenece a su padre, dentro del cual encuentra varias fotos. Una de ellas llama especialmente su atención ya que sus padres aparecen emparejados con los padres de Miki. En ese instante a su mente le llegan los recuerdos de cuando descubrió en su niñez que Youji no era su verdadero padre. Si su madre estaba en aquella época Jin, eso solo puede significar que él es su padre y, por tanto, que Miki y él ¡SON HERMANOS! Ante las pruebas que tiene, Yuu corre a casa de Miwa para evitar a Miki y, después, cuando se vuelve a reencontrar con ella le dice que deben romper ¡Pero si acaban de reconciliarse! ¿Es esto un sueño o una pesadilla? Cuando Yuu le cuenta a Miwa que ya ha roto (de nuevo) con Miki pero sin contarle la verdad, Miwa se enfada con él. Desde su punto de vista debería de haber dicho la verdad, pero Yuu esgrime su argumento: no quiere traumatizar a Miki y prefiere que piense que él ya no la quiere. Para solventar el problema creado nuevamente, Yuu decide regresar a Nueva York y así intentar poner tierra de por medio. Pero Miki sabe que él aún la quiere, porque no es normal que ya no quiera ser su novio de la noche a la mañana, y más con lo contento que estaba cuando se reconciliaron, sabe que hay algo que él le oculta y así se lo hace saber a su amiga Meiko. Esta parte de la serie ya empieza a ser un poco pesada y repetitiva y ahora explicaré el motivo. De nuevo Miki está sin novio e intenta olvidarse de Yuu, hasta se corta el pelo y se pone pendientes para materializar el cambio que está sufriendo interiormente. Se encuentra de nuevo con Kei, quien la trata como un buen amigo. Como se nota que es un buen chico, es otro y ya la hubiera mandado de paseo hace rato. A pesar de todos sus esfuerzos, Miki le confiesa finalmente a Meiko que quiere volver a ver a Yuu porque lo quiere ¿Y qué hace Meiko? La anima para que vaya a Nueva York otra vez ¿entienden el porqué digo que es repetitivo?
   En Nueva York Miki se le declara de la manera más dulce posible a Yuu y él, aguanta como puede las bonitas palabras, pero el chico no es de hierro y acaba diciéndole la verdad. Como era lógico Miki no se lo cree al principio, pero lo va asimilando poco a poco. Su shock llega hasta tal punto que se escapa y se va sola a recorrer Manhattan. Les ahorraré los detalles de la penosa aventura de Miki, porque el guión es patético: unos matones la persiguen, unos niños callejeros la ayudan, son encontrados por los matones otra vez y, cuando todo parecía perdido, aparece Yuu, los salva a todos y le confiesa a Miki que le da igual que sean hermanos porque no piensa separarse más de ella. Estos últimos capítulos son horrorosos de pesados y de hilarantes. La verdad es que uno desea que se acabe la serie ya para que los capítulos de relleno no arruinen todavía más la historia. De todas formas, les animo a que los vean, más que nada para ver si son capaces de soportar el tedio de esta historia final sin sentido sin aburrirse como me pasó a mí. Pero falta el final, que es lo que todos llevamos esperando estos 76 capítulos. Si lo que acabo de contar era espantosamente absurdo y aburrido, esperen porque viene lo peor (o lo mejor -_-). Después del reencuentro entre los hermanitos, van al aeropuerto para que Miki regrese a Japón y allí ¡Oh, sorpresa! Aparecen de sopetón los padres de Miki, los de Yuu, Meiko y Miwa que habían viajado a Estados Unidos desesperadamente tras enterarse de que Miki había desaparecido (¡Esto no se lo creen ni los propios guionistas de la serie!). La presencia familiar infunde coraje a Yuu y a Miki para hablar seriamente con sus padres, con Miwa y Meiko como testigos. Yuu toma la palabra y dice que a pesar de saber que su verdadero padre es Jin Koishikawa y que, por tanto, Miki y él son hermanos, es demasiado tarde porque están enamorados y no pueden vivir el uno sin el otro. Como era lógico los padres de los chicos explotan de risa por el malentendido. Chiyako explica que, efectivamente, en la universidad ellos estaban emparejados como lo están en la actualidad, aunque hubo una época en la que se cambiaron de pareja, momento en el que ella estaba embarazada de Jin, pero sufrió un aborto y luego quedó embaraza nuevamente de Youji, naciendo después Yuu. Así que si no son hermanos pueden hacer lo que quieran. ¡Uf, que alivio! Y lo mejor de todo es que los padres de los chicos, ya sabían que estaban enamorados, aunque habían disimulado para que creyeran que era un secreto entre ellos ¡Vaya progenitores más cachondos que tienen Miki y Yuu ¬_¬! Como pincelada final, asistimos a la boda de Namura y Meiko, ocasión en la que Rumi y Chiyako hacen un importante anuncio y es que ¡las dos están embarazadas! Y la escena final son Miki y Yuu en su boda. FIN.
Él es Hajime Koishikawa y ella Rikka Matsuura.
   Desde luego, que resumen más largo. Discúlpenme si he prestado atención a cosas irrelevantes, pero si me comía algún detalle el resto de la historia no se podría entender. Para concluir este (extenso) comentario sobre una de las series que han marcado mi adolescencia quiero aclarar un par de puntos. En primer lugar decir que el manga de Marmalade Boy, que es la obra original, difiere en muchos aspectos con respecto a la versión animada. Hay cosas que en el cómic no son exactamente iguales a lo que se ve en la serie. Un ejemplo muy bueno es el final; en la serie los padres de Miki y Yuu sabían que sus hijos eran novios, en el manga no es así y, por supuesto, no hay indicios de que Miki y Yuu se casen. Algo más a tener en cuenta con respecto a la versión en papel es que más o menos con la aparición de Anyu Kitahara comienza una historia original creada exclusivamente para el anime. Anyu, todos los personajes americanos y la trama de Nueva York hasta el final son capítulos de relleno. Quizás ese es el origen de la pésima calidad del argumento al final, motivo por el cual me desesperé un poco, discúlpenme. En segundo lugar… ¿dije FIN? Pues que sepan, para aquellos que se quedaron con ganas de más shoujo en el universo de Marmalade Boy, que la autora está publicando actualmente una secuela que se titula Marmalade Boy Little. O_O Y, si no me equivoco, creo que ya van por el capítulo 13. La historia se desarrolla varios años después del final de la primera serie y tiene como protagonistas a Rikka Matsuura y Hajime Koishikawa ¡Sí, los hermanitos de Miki y Yuu! También vemos al hijo de Meiko y Namura, del cual se enamora Rikka y… parece que Hajime siente algo por Rikka también. La historia se plantea ligeramente parecida a la de sus hermanos ¿verdad? Y para los que seguimos tan intensamente la primera serie es un deleite ver a nuestros personajes favoritos de nuevo, por ejemplo Ginta es profesor en la escuela a donde van Rikka y Hajime, que es la misma en la que estudiaron él, Miki, Yuu, Miwa y Meiko. Por supuesto vemos de nuevo a Miki, a Yuu, a Miwa (¡qué guapo está!) y otros viejos conocidos. Y… como extra, les recordaré que no se olviden de ver la película o capítulo 0. En él vemos el principio de toda la historia, pero desde la perspectiva de Yuu y descubrimos que, fue él quien primero se enamoró de Miki, al verla por casualidad y averiguar posteriormente que se trataba de Miki Koishikawa, la hija de la pareja con la que sus padres iban a casarse nuevamente.
   ¿Qué más puedo decir? Pedir disculpas por mi larga ausencia, casi un año, no pensaba que fuera a pasar tanto tiempo para volver a escribir en el blog. El mes de mayo del año pasado fue complicado, luego el verano se tornó muy ocupado, en octubre comenzó la rutina nuevamente y después llegaron las Navidades, etc, etc, etc fue una cadena interminable de asuntos que atender que me dejaron muy escaso tiempo libre para poder dedicarme a hacer lo que me gusta ^_^ que es el anime. Empecé a ver un par de series que, por uno u otro motivo, tuve que dejar a mitad, por lo que nunca pude completar el comentario para poder subirlo al blog. Deseo que a partir de ahora pueda disponer de algo más de calma para hacerlo. Pero no se quejen, que me he resarcido con esta entrada larguísima, la más larga hecha hasta ahora.

   Disfruten y sean felices. Nos vemos pronto (espero).

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