Buenos días ¿qué tal?
Espero que les vaya de maravilla. Como bien recordarán en Enero el FBI cerró
Megaupload, por lo que el famoso servidor murió desde ese día. A partir de
entonces las descargas han sufrido una disminución considerable, aunque no han
desaparecido. Como consecuencia se han hecho muchos debates y he leído y
escuchado opiniones de lo más variopintas, de hecho, en entradas anteriores me
he pronunciado sobre el tema. Y ya lo dije en su momento: la industria del
entretenimiento se tiene que adaptar a los nuevos tiempos y cambiar su
estrategia.
Parece que poco a poco hay más oferta de
series en streaming legales, un buen
paso hacia adelante, pero todavía es insuficiente. Sin embargo, en el mundo del
anime hay una nueva iniciativa que apoyo y que espero que tenga éxito y que más
empresas se apunten al carro si no quieren desaparecer.
Se trata de Crunchyroll. Les dejo un enlace
en el que puedan leer toda la información relativa a esta nueva apuesta: http://kronos.mcanime.net/lonuevo/lanzamiento/.Se
trata sin lugar a dudas del futuro: poder ver series de anime online subtituladas
en español de forma legal y casi simultáneamente con Japón. En principio esta
nueva idea sólo va a ser operativa en Latinoamérica, pero deseo que pronto
podamos disfrutar de ella en España también y ¿por qué no? Que otros países se
beneficien de esta iniciativa.
Esto dará lugar a que los fans puedan tener
sus series al momento y apoyen a la industria japonesa, por lo que los fansubs
(por y para fans) vayan desapareciendo paulatinamente. Sé que algunos se
alegrarán, otros no y el resto estará desconcertado. Pero es la realidad, hay
que “adaptarse o morir”.
Y después de esta introducción viene la
pregunta “¿Qué tiene que ver esto con el tema de hoy, la película The Artist?” Pues muy sencillo: la idea
que se extrae de la historia es la del famoso dicho que ya he mencionado, “adaptarse
o morir”. ¿Por qué? No sigas leyendo si no has visto la película.
Ganadora de 3 Oscar en este año 2012 de
mejor película, mejor director y mejor actor, The Artist regresa a los orígenes del cine con una película en
blanco y negro y muda. Algunos pensarán que se trata de una pesadez ¿cómo puede
ser interesante una película sin diálogos? Una imagen vale más que mil palabras
y se puede contar una historia sin necesidad de decir nada. Obviamente
la música acompaña a las escenas que además se ven reforzadas con algunos
carteles que expresan lo que dicen los personajes.
El protagonista es George Valentin, la mayor
estrella de cine mudo en Hollywood en 1927. Un guapísimo galán, como los de
antes, engominado y con su fino bigote. Accidentalmente, tras el estreno de su
última película, tropieza con una jovencita, que es una de sus fans, con la que se hace un par de fotos que salen
al día siguiente en la prensa.
La chica es una bailarina que intenta
hacerse un hueco en el mundo del cine. Se llama Peppy Miller y poco después
ambos coinciden en el rodaje de otra de las películas de George. Él queda
cautivado por la joven, pero no hay más que eso. Desde ese momento ella pasa de ser una extra más a recibir mejores papeles y salta a la fama de
forma definitiva con la llegada del cine sonoro.
Por su parte, George corre distinta suerte,
se niega a aceptar el cambio del cine mudo al sonoro lo que le lleva a perder
todo su dinero y caer en el olvido. Una estrella fracasada que no acepta el
cambio y que por su orgullo cae en un estado de depresión.
Pero Peppy aún le guarda un gran aprecio y
cariño, por lo que hace lo posible por ayudarlo y, cuando presa de la ira quema
las películas que guardaba en su pequeño apartamento, casi perdiendo la vida,
es ella quien lo cuida en su casa e intenta devolverlo al mundo del cine.
George y Peppy tras su maravilloso baile de claqué. |
La escena final es una maravilla, un baile de
claqué en pareja de ambas estrellas que termina con un pequeño diálogo entre
ellos y el director de la nueva película que están filmando. Sí, el sonido hizo
su aparición y así termina una bonita historia.
¿Ahora entienden la similitud con lo que
estaba contando al principio de esta entrada? Si George no se adaptaba a las “nuevas
tecnologías” (por llamarlo de alguna manera) hubiera acabado muy mal. Lo mismo
pasa hoy en día con la industria del entretenimiento.
La música es bellísima, adecuada a cada
momento del largometraje y el hecho de que esté rodada en blanco y negro le da
un toque retro muy bonito. Una encantadora obra maestra. La recomiendo.
Sin nada más que añadir, me despido. No
olviden que hay que adaptarse, es la mejor opción si quieren “sobrevivir”. Sean
felices.
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